lunes, 26 de agosto de 2013

Santa Rosa, el Inca y las Pallas


Palla de Chiquián. Devoción máxima en Santa Rosa

 
 
Festejo típico en la casa de los auspiciadores del evento en honor a Santa Rosa. Abajo: El Inca. Chiquián, Bolognesi. Ancash

Santa Rosa es una santa limeña, pero la devoción alrededor de ella ha pasado la frontera geográfica. Su presencia es a nivel nacional y como es costumbre, la festejan con una serie de festejos que van más allá del pozo y los deseos.


En Ancash por ejemplo, Isabel Flores de Oliva sale en procesión acompañada de San Francisco. Su tierra se llama Chiquián, espejito del cielo, y queda en la provincia de Bolognesi. Atareada siempre está y son sus días de fiesta los más importantes del pueblo, pues hay que preparar el locro de cuy, porque hay algunas devotas que deben asumir el papel de pallas y uno que otro devoto, convertirse en el Rumiñahui, el Inca, Pizarro y sus acompañantes.
En Carhuamayo, en la región Junín, sucede más o menos lo mismo, aunque el esquema festivo le de otro giro. Aunque aquí veamos un Inca mitificado que avanza por la calle al lado de las mujeres, ataviadas de joyas, que lloran.
Mientras los apus y mayordomos se han encargado de las atenciones y rituales hasta el 30 de agosto, el primero de setiembre se pone en escena el Tamboy, quiere decir, la representación oficial del encuentro entre Atahualpa y Francisco Pizarro. Los actores, muchos y diversos, nos cuentan el relato que solemos escuchar en nuestros cursos escolares de historia: la captura y muerte del hijo de Huayna Cápac, la que nunca cambia y es un acto esperado por la gente, que a pesar del frío, llega a este lugar donde la maca (fruto sagrado y energético) es una bendición.



Pero estas pallas y el inca no solo aparecen por Santa Rosa, en Ancash su presencia está en varias fiestas patronales. Recordemos solo una, la de San Lorenzo en Marca, justo también en el mes de agosto, siendo la fecha central el día 10.

San Lorenzo levanta la parrilla donde fue sacrificado, hasta parece decirnos qué le molestó al emperador Valeriano para condenarlo a morir a la brasa.  Las pallas, vestidas de gala, cantan con voz lastimera y cumplen emocionadas el ritual de bailar solo una vez en la fiesta del patrono de Marca.

Las pallas que son cuatro e integran la corte del inca, representan a los antiguos ayllus, hoy barrios del pueblo: Chaupismarka, Paracmarka, Pircaymarka y Jacamarka. Ellas, jóvenes y solteras, invitan a la danza colocando su colorido pañuelo sobre el hombro de cualquier caballero. Al concluir la tonada, la prenda  será devuelta con la propina respectiva.

El Inca camina junto al Rumiñahui, el Aukish, las ñustas y las pallas. Tiene encuentros casuales y obligados con los tres socios de la conquista: Diego de Almagro, Hernando de Luque y Francisco Pizarro, personificados en esta Perla de las Vertientes por  el capitán y sus dos pajes. Bailan juntos diversas tonadas, acompañan las procesiones con la misma fe y saborean el "jacacashki" (cuy frito y trigo resbalado). Pero ya en la tarde taurina, cada grupo anda separado y a la expectativa. Y es que al finalizar el juego de los toros, los españoles, enfundando sus filudas espadas, capturarán al inca y le "cortarán la cabeza", aunque éste vuelva en segundos a retomar el incansable baile.

 

 

domingo, 18 de agosto de 2013

El Chilcano y el Picuro al Vino



Tingo María, en la región Huánuco, es un lugar tranquilo e ideal para relajarse y disfrutar de la comida típica de la selva. Si piensa en un fin de semana sería una gran opción, aunque si tiene más tiempo, la experiencia será mucho mejor. Recuerde que desde Lima LCPERÚ tiene vuelos directos a la ciudad de la Bella Durmiente

 
 


Tingo María está tranquila. Abre sus puertas,  cariñosa,  y nos regala imágenes diversas. Entre ese paisaje verde y un sol que quema, aparecen las opciones culinarias, esas que nos reconcilian con la naturaleza y los secretos. Con la buena sazón.
La de Mónica Quesquén, por ejemplo. Ella, recogiendo los saberes culinarios de su madre doña Genoveva Tafur, atiza bien la cocina y se prepara el aderezo, sublime, del picuro que ha cocido y macerado. Pronto, cuando todo esté listo, nos servirá al plato y quedaremos maravillados con ese sabor al vino que le ha dado a la carne de monte.

Y es que la comida de la selva es natural, de ingredientes específicos como el sachaculantro o los ajíes, la cocona, el chorizo, la cesina, los pescados. Así que la variedad y el color, la inventiva, determina una propuesta distinta. En el Restaurante Cueva de las Pavas, ubicado en Carretera Central Kilómetro Ocho,  tenemos a disposición una carta bastante nutrida: chicharrón de dorado, chaufa selvático, picuro al vino, canga de pollo y más.

Solo tiene que saber escoger, para poder combinar y encandilarse en cada bocado. Si no sabe mucho de esta culinaria, consulte. De seguro que lo orientarán para que la experiencia sea grata y se anime a volver.

                                                     
A doña Olinda Pizarro le sobra carisma y talento para hablarnos de su chilcano en hoja, apetitoso caldo de pescado que se cuece sobre la parrilla envuelto en la hoja de bijao. Solo ha necesitado sal para tener ese maravilloso sabor que combina perfecto con yucas o  una porción de tacacho. Ella dice que este chilcano, que se saborea abriendo la hoja sobre el plato,  es el potaje más emblemático de esta ciudad, ubicada a unos 120 kilómetros de Huánuco, capital de la región.
Esta señora, ágil y emprendedora, tiene su puesto en la cuadra siete de Alameda, cerca al jirón Chiclayo. Atiende desde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche. En su listín de potajes destacan además, los pescados a la parrilla y las patarashcas.


 
Reconciliarse con la vida, con el sol y el buen ánimo de los pobladores de Tingo María puede darse a través de la cocina. De un recorrido por los atractivos naturales puede usted volver a la ciudad y visitar a Mónica o a doña Olinda. Quedará más que satisfecho. Pero si se trata solo de un café o de un refrescante uso del chocolate típico de la zona, vaya a Puro Aroma, el negocio de Jady Coronel. Siéntese y reencuéntrense otra vez con la paz y sea feliz saboreando la Bella Durmiente, una bebida fría, helada, que tiene chocolate, café, leche, hielo y azúcar. A Jady la encuentra en Avenida Ucayali 350.

martes, 13 de agosto de 2013

Los relatos de Mauro


La Virgen del Carmen colonial, la que sale en procesión la tercera semana de agosto.
 
 

Nuestros viajes serán más productivos si nos damos el tiempo de escuchar o si, antes de emprender un recorrido, nos informamos del lugar que vamos a visitar. Sabiendo algo, es posible tener encuentros increíbles. Por ejemplo con Mauro Mansilla en El Ingenio, un profesor que ha rescatado la historia y la vida de su pueblo para acercarnos a él y descubrir la magia de este Valle Legendario y Misterioso.


Alrededor de esa campana, fundida en agosto de 1868, reiniciamos la conversa. Mauro Mansilla es un profesor, investigador y rescatador de historias y leyendas de su pueblo: el Valle Misterioso y Legendario, El Ingenio, a 20 kilómetros al norte de la ciudad de Nazca y a 120 kilómetros al sur de Ica. Con él he mirado el geoglifo de Bogotaya y estoy convencida que las líneas gigantes definen los hilos de un tejido, imagino que será el homenaje a este arte milenario del que todos, creo, nos sentimos orgullosos. Con Mauro he conocido la historia de la Virgen del Carmen, la que descansa en el altar mayor del templo y la que sale feliz a pasear por las calles la tercera semana de agosto.
Mauro y la virgen está relacionada totalmente con la historia del pueblo y con la presencia de afroperuanos aquí?

MAURO.- Es verdad,  la virgen del Carmen tiene una fuerte relación con el tema y sobre todo con la libertad de los negros esclavos. Acá en Ingenio antes de ella estuvo San Juan Bautista y la Virgen de la Candelaria. En una de las campanas del templo resalta la inscripción: “Me hizo Pedro Esquivel, gratis, el 30 de agosto de 1868”, sin embargo, nosotros sospechamos que es a raíz de la batalla que tuvo Ramón Castilla, quien le dijo a los negros esclavos: “bueno si ustedes me ayudan, quedan libres”. Como ganó la batalla no tuvo otra que darles la libertad a los negros que lo apoyaron. Dice que les entregó a cada uno una daga que decía: Viva la Libertad.

- Era entonces como un certificado de esa libertad

MAURO.- Exacto, y esa es la razón por la que los negros esclavos adoptaron a la Virgen del Carmen como patrona de Ingenio y sabes por qué,  porque la Virgen del Carmen significa libertad. Eso es lo que significa la virgen del escapulario.

La virgen colonial, refiere este profesor/investigador/escritor, es la que recorre las calles de El Ingenio, la que baila marinera y huayno antes de ingresar al templo y por la que se arma una feria en la pequeña plaza donde todos disfrutan del buen pisco y de los chicharrones (espectaculares), que prepara otro profesor, el gran Florencio Ferreyra.
 
 
                                                   
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sabías que…
-       Anterior a esa campana de 1868, existió otra que los negros libertos fabricaron. Las joyas que tenían guardadas las echaron a la paila para fundirla y ese símbolo se ha perdido, pues aquella campana fue robada de la iglesia de El Ingenio.