miércoles, 12 de junio de 2013

Teófilo Araujo, el Hojalatero


 

"Ayacucho es tierra de artesanos, talento innegable y admirado. Don Teófilo Araujo es el máximo representante del arte de la hojalatería. Sus trabajos son reconocidos dentro y fuera del Perú. En estas épocas la herencia artesanal está a buen recaudo"


 
 
Teófilo Araujo, depositario del saber artesanal del arte de la hojalatería. Ayacucho. Perú
 
 
1

 
Tuvo que llenarse de valor para crear esa cruz y ponerla en lo alto de la capilla del barrio San Jacinto,  en el poblado de Espite, su tierra natal, allá en Vilcanchos, en la provincia de Víctor Fajardo. Cincuenta centímetros de altura, a puro remache e imitando símbolos cristianos que yacían en la cima de los techos, fueron suficientes para transformar la lata. Elogiado y aplaudido por sus paisanos, el joven Teófilo Araujo había encontrado un oficio, como el de su tío Tomás Choque, quien le enseñó a convertir las latas de manteca y alcohol en cruces y objetos utilitarios.

Pero Teófilo buscaba más, así que tuvo que migrar a la ciudad de Ayacucho.

Montó un pequeño negocio y se puso a crear mecheros rústicos, ralladores e intentó con los baldes. Como aún no se hacían famosos los plásticos había espacio para la hojalata.
 
  2
 

Verlo sentado en medio de colores, con sus cruces y candelabros impregnados de dibujos y decorados, no es fácil imaginar todo el proceso que ha significado llegar hasta aquí. Aunque claro, si superó su discapacidad abriéndose paso, era previsible pensar que podía ganarle a la desesperanza de perder todo por un robo o un terremoto. “Siempre el que cae se levanta, el bebé también aprende caminando, hay que andar, no hay que desanimarse, alquila herramientas, sigue trabajando, tú eres joven, sigue trabajando”, repite don Teófilo recordando a sus vecinos y amigos que intentaban animarlo a continuar cuando perdió la inversión que tanto esfuerzo le había costado conseguir.
 
 3

 
Aquella mujer, extranjera ella, llegó a buscarlo con doce candelabros, quería que los repare y le haga doce nuevos.  “Pero ¿de qué voy a hacer?, me decía yo,  de calamina no voy a hacer, pues esto había sido de lata. Compré lata de aceite, la volteé  para que se pierdan los letreros y trabajé. La gringa me dejó los 12 candelabros que he reparado y los 12 nuevos se los llevó. Entonces, esos que me dejó quedaron como modelos”, dice don Teófilo, con la tranquilidad y la alegría que da el paso del tiempo, el saber que tanto golpe tiene su recompensa y hoy puede hasta ensayar un gran relato porque está rodeado de los hijos, de la familia, que continúa y le da empuje a esta tradición. A esta tradición creada desde lo inservible y el ingenio, desde la perseverancia y la humildad, desde la paciencia que da pasos agigantados y se transforma en un arte, donde se combina lo utilitario y las piezas delicadas que aman los coleccionistas en ferias nacionales e internacionales, en premios que ha ganado, en reconocimientos que hoy consideran a don Teófilo como un Gran Maestro Artesano.

 
 


Pintar de Colores
 

¿Cómo así se interesa por darle color a sus trabajos?
- Porque la lata se ha oxidado, entonces me devolvían y a veces con desprecio “la lata se oxida”, decían. Entonces empecé a pintar, pero con un solo color, balde rojo, gallo blanco, así nomás.
¿Y después, cuándo ya más o menos se da este cambio, de ponerle más detalles, de ponerle dibujos, tipos de colores?
- En 1998 más o menos hemos innovado, ya que uno de mis hijos trabajaba haciendo retablos y de allí  he aprendido el retoque y los dibujos. He practicado y lo hemos aplicado a la lata. Fue ahí que ya se hicieron más llamativos nuestros trabajos y más le ha gustado a la gente. Ya los aceptaba mejor.  
 
                                                  
 

 Hojalatero de Profesión
 

A partir de 1998 recibe invitaciones constantes de instituciones y personalidades vinculadas al arte popular tanto en Ayacucho como en Lima e internacionales. Estas le incentivaban a desarrollar aún más la hojalatería pintada y lo motiva a trabajar más intensamente en su taller familiar.
 En 1999 obtiene el Premio Nacional en la línea de hojalatería del Concurso Nacional Inti Raymi organizado por Raymisa.
 El año 2000 su taller creció y la demanda de sus productos, sobre todo vinculadas a formas de candelabros pintados y sombreados al estilo de los retablos ayacuchanos, inventada por su taller, esto hizo que aumentaran sus pedidos a nivel nacional e internacional. Actualmente tiene un taller próspero, juntamente con su esposa Cristina Ayala e hijos como: Mariela, Janeth, Lucy, William, Jang, Frank y Mileyne. Un stand como socio del mercado Artesanal “Shosaku Nagase” de Ayacucho . Asimismo en la actualidad Don Teófilo se organizó conjuntamente con los artesanos hojalateros de Ayacucho y formaron la Asociación de Artesanos en Hojalatería Eslabón- Araujo (AHEA-A). Para poder trabajar con productos competitivos en esta era de la globalización.

En el 2010 gana el Primer Puesto en el concurso nacional "Premio Adulto Mayor AFP Prima 2010

 

 

Contacto:
 
Asociación de Artesanos en Hojalatería Eslabón Araujo
 
Jr. las Dalias N.365 Miraflores
 
San Juan Bautista, Ayacucho, Perú
 
Tel: +51-66-312084
 
Cel: +51-66-966642075
 
RPM: *935116
 
Email: hojalater@live.com
 
          gerencia@lahojalateria.com
 



Fotos: Martín Alvarado Gamarra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario