domingo, 13 de octubre de 2013

Viaje a la Costumbre


 

En la figura de la Virgen del Rosario nos reencontramos con octubre, un mes de devociones varias. En los primeros días, la reina es ella, y sus fieles se visten de diablos o corren por el desierto para alcanzarla.


Menos mal tengo una preocupación menos. Si quiero ir a Cajamarca por ejemplo, voy de frente al aeropuerto y compro mi pasaje en el módulo de LC PERÚ, el nuevo que han abierto y está muy cerca de la puerta de entrada. Además que acorto tiempos. Puedo llegar en una hora a la tierra del carnaval y hacer mi enlace hacia Cajabamba, un destino interesante en el mes de octubre. Por qué?, pues porque un gran pretexto de viaje también puede ser una imagen religiosa, su historia, su fiesta. No solo se trata de buscar paisajes y plazas vacías. A veces, es importante escuchar y celebrar junto a los pobladores y pobladoras, herederos de una larga tradición.

Diablos, han llegado

Diablos de Cajabamba. Encantadores y Festivos

Se afirma que el culto a la Virgen del Rosario se inicia en Cajabamba el 8 de octubre de 1669, cuando fray Antonio de Castañeda funda la cofradía de la Santísima y se consigna como costumbre recorridos procesionales todos los años. Tiempo después, en 1780, el último agustino, fray Domingo de Larrea, proclama a la diminuta y preciosa figura de la Virgen del Rosario como patrona de esta tierra. Por ella hasta los diablos se vuelven santos; como esos con cara de español y cuernos de carnero que quizá tengan un origen milenario, alguna manifestación del dios Catequil, protector de la zona en antiguos tiempos. No importa: sabemos que la Virgen no puede festejar sin ellos. Los diablos danzan dos marineras y un huayno en cada esquina.



Virgen del Rosario de Cajabamba
 



 

Fiesta: Virgen del Rosario
Día central: Primer domingo de Octubre

Lugar: Cajabamba. Cajamarca

Altitud: 2650 msnm

Recorrido: Se encuentra a 125 km de Cajamarca (6 horas).

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La Virgen del Desierto

 

El desierto da paso a un tropel de gentes que corre y grita, que se apura y danza, que bebe pisco y reza, pues cuando se detiene es momento de saludar a la Virgen que llega, que encuentra a la otra que vino de lejos y que va camino hacia el Santuario. El desierto entonces da paso a las Vírgenes Altareras, a ellas que avanzan sobre la arena y son cuatro: El primer altar le pertenece a la Virgen del Rosario del caserío de Tallamana, el segundo a la Virgen del Carmen del barrio de Yajasi, del distrito de Pueblo Nuevo. El tercer altar está a cargo de la Virgen de Los Aquijes, también del distrito de Pueblo Nuevo, y el cuarto altar es de la Virgen del Rosario del distrito de Pachacútec. Ellas vienen a pedir una gracia para sus fieles y se acomodan en el templo, luego del alboroto que arman los peregrinos cuando tocan las tarolas y se castigan entre ellos bailando al ritmo de la correa que cae sobre sus piernas.

El sacrificio tiene solo una razón: la enorme fe en la pequeña imagen de Yauca, en la Virgen del Rosario, la que sostiene al niño Jesús con el brazo izquierdo, a la que le regalan un castillo de colores la noche de víspera y el primer domingo de octubre (día central) baja solemne del altar mayor, participa de una multitudinaria misa y sale en procesión cargada por mujeres, quienes deben esperar turno para poner el hombro para trasladar a la Señora que apareció en este paisaje de arena para salvar a los enfermos y para regalar tranquilidad a grandes y chicos que siguen caminando hasta encontrarla.
 
 
 
 

Lugar: Yauca. Ica
Recorrido: El trayecto Lima - Ica (300 km) utilizando la Carretera Panamericana Sur con una duración de 4 h aprox. en auto. Al sureste de la ciudad de Ica (25 Km). El recorrido en auto puede tomar unos 40 minutos y a pie entre cuatro a seis horas.
 
 


 

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