domingo, 14 de julio de 2013

Como el sol de cada día


Se necesitan muchos días para sentir y mirar  Huánuco. Hemos recogido algunos datos y le sugerimos una que otra visita. Ordénese y disfrute. Déjese llevar por la magia de la ciudad de la eterna primavera.

 
 

 




La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de los Caballeros del León de Huánuco vive orgullosa del título otorgado por los reyes de España y sueña entre centros comerciales, vida nocturna y ruidos habituales de una ciudad. Sus símbolos son el león y el águila real. Aunque las lluvias se mantienen desde diciembre hasta abril, el calorcito siempre está presente. Recorrer la Plaza de Armas significa encontrarse con su pileta construida en 1845 y esos árboles refrescantes de ficus y jacarandás. Pasee por la Alameda La República y observe la belleza de la iglesia Nuestra Señora del Patrocinio. Siga caminando y descubrirá el pequeño templo de San Cristóbal, la primera iglesia edificada por los españoles a su llegada al Valle del Pillco en el año 1541. El puente calicanto se ve impresionante sobre el Huallaga, data de 1879 y su estructura queda como testimonio del material usado: piedra de canto rodado, cal, arena y clara de huevo.
 
 

Herederos de los Yarowilcas


 

1.- Desde lo alto puede atrapar a Huánuco con sus ojos. Quizá deberá certificar la eterna primavera. Quizá deberá recordar el Cóndor Pasa y evocar a su creador, el huanuqueño, Daniel Alomías Robles. Quizá prefiera saber un poco más del Señor de Burgos, patrono de esta tierra, o quien sabe, y ya está imaginando danzar a los Negritos, siguiendo el ritmo de la fe y de los antiguos esclavos. De su profunda devoción en el niño, de aquella escena espectacular al finalizar su participación en diciembre o enero, cuando bailando se quitan cada pieza del traje y al llegar a la máscara descubrimos a jóvenes y adultos llenos de tristeza y llanto pues no saben si estarán el próximo año para seguir venerando al Jesús que tanto aman.
 

 
2.- Tendrá que probar el emblemático locro de gallina y realizar un obligatorio paseo por Tomayquichua, el valle templado. Es un lugar atractivo por su hermoso paisaje, sus leyendas de amores y hechizos, por Micaela Villegas o La Perricholi que cuentan vivió allí. Por la pluma de Enrique López Albújar, quien escribió la novela “El Hechizo de Tomayquichua” y ahí nomás está su casa. Dicen que aquí los sentidos enloquecen y el corazón se desborda. Habrá que creerlo o al menos tener la sensación de que es así, solo es cuestión de dejarse llevar y alucinar con las historias que en este lugar todos saben contar.

 
3.- Visite a los artesanos y le mostrarán variados trabajos en cabuya, madera, cuernos y piedras de río. Vamos, anímese, y comparta el mundo creado por estos talentosos pobladores. Si quiere contagiarse aún más del espíritu huanuqueño, de los descendientes de los valerosos Yarowilcas, diríjase a Cachigaga y busque el sabor de la caña de azúcar en la agroindustria de don Honorato López. Le fascinará la molienda y el uso total de este recurso. Pruebe el néctar, la miel, el ron, el aguardiente y el anisado de caña. Compruebe una vez más que la inventiva popular no tiene límites. Que le enseñen como secan las hojas de yacón para convertirlas en té.

 
4.- Si después del recorrido desea continuar hurgando en la historia de Huánuco, apúrese y tome un vehículo que lo lleve 4 kilómetros al este de la ciudad,  hacia los restos arqueológicos de Kotosh. Aquí se encuentra el conocido templo de las Manos Cruzadas. Con una antigüedad aproximada de 5 mil años, este monumento histórico espera al viajero, quien entre piedra y tierra podrá encontrar las huellas del pasado, aunque los dos pares de manos cruzadas que se aprecian en aquel edificio cuadrangular, no sean las auténticas.

 
5.- No desespere, al día siguiente fácilmente, con ayuda o en soledad, inventará un nuevo circuito. Quizá las haciendas, quizá las iglesias. Si es agosto, de hecho, se unirá al festejo del aniversario de Huánuco. Si es diciembre o enero encontrará a los negritos danzando por las calles. Si es octubre  paseará junto al Señor de Burgos y aprenderá un poco más de él.  O de repente tiene ganas de más naturaleza y hará un viaje de ensueño a Tingo María. Usted decide y aquí, tiene mucho de donde escoger.
 
 
                                                  

 
 

 

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