domingo, 18 de agosto de 2013

El Chilcano y el Picuro al Vino



Tingo María, en la región Huánuco, es un lugar tranquilo e ideal para relajarse y disfrutar de la comida típica de la selva. Si piensa en un fin de semana sería una gran opción, aunque si tiene más tiempo, la experiencia será mucho mejor. Recuerde que desde Lima LCPERÚ tiene vuelos directos a la ciudad de la Bella Durmiente

 
 


Tingo María está tranquila. Abre sus puertas,  cariñosa,  y nos regala imágenes diversas. Entre ese paisaje verde y un sol que quema, aparecen las opciones culinarias, esas que nos reconcilian con la naturaleza y los secretos. Con la buena sazón.
La de Mónica Quesquén, por ejemplo. Ella, recogiendo los saberes culinarios de su madre doña Genoveva Tafur, atiza bien la cocina y se prepara el aderezo, sublime, del picuro que ha cocido y macerado. Pronto, cuando todo esté listo, nos servirá al plato y quedaremos maravillados con ese sabor al vino que le ha dado a la carne de monte.

Y es que la comida de la selva es natural, de ingredientes específicos como el sachaculantro o los ajíes, la cocona, el chorizo, la cesina, los pescados. Así que la variedad y el color, la inventiva, determina una propuesta distinta. En el Restaurante Cueva de las Pavas, ubicado en Carretera Central Kilómetro Ocho,  tenemos a disposición una carta bastante nutrida: chicharrón de dorado, chaufa selvático, picuro al vino, canga de pollo y más.

Solo tiene que saber escoger, para poder combinar y encandilarse en cada bocado. Si no sabe mucho de esta culinaria, consulte. De seguro que lo orientarán para que la experiencia sea grata y se anime a volver.

                                                     
A doña Olinda Pizarro le sobra carisma y talento para hablarnos de su chilcano en hoja, apetitoso caldo de pescado que se cuece sobre la parrilla envuelto en la hoja de bijao. Solo ha necesitado sal para tener ese maravilloso sabor que combina perfecto con yucas o  una porción de tacacho. Ella dice que este chilcano, que se saborea abriendo la hoja sobre el plato,  es el potaje más emblemático de esta ciudad, ubicada a unos 120 kilómetros de Huánuco, capital de la región.
Esta señora, ágil y emprendedora, tiene su puesto en la cuadra siete de Alameda, cerca al jirón Chiclayo. Atiende desde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche. En su listín de potajes destacan además, los pescados a la parrilla y las patarashcas.


 
Reconciliarse con la vida, con el sol y el buen ánimo de los pobladores de Tingo María puede darse a través de la cocina. De un recorrido por los atractivos naturales puede usted volver a la ciudad y visitar a Mónica o a doña Olinda. Quedará más que satisfecho. Pero si se trata solo de un café o de un refrescante uso del chocolate típico de la zona, vaya a Puro Aroma, el negocio de Jady Coronel. Siéntese y reencuéntrense otra vez con la paz y sea feliz saboreando la Bella Durmiente, una bebida fría, helada, que tiene chocolate, café, leche, hielo y azúcar. A Jady la encuentra en Avenida Ucayali 350.

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