lunes, 17 de marzo de 2014

Testamento de Ño Carnavalón

El Ño Carnavalón es quemado luego de leer su testamento.

 Cada año se escribe un nuevo testamento. Con la ironía y la sátira que permite el carnaval. El testamento del Ño Carnavalón, se convierte en Cajamarca y en muchos otros lugares del Perú, en un lapidario golpe de críticas a quienes no se han portado bien. Y claro, el punto preferido de la creatividad popular son las autoridades. Aquí un extracto de la introducción del Testamento del Ño Carnavalón leído en Baños del Inca el año 2007.  


Como rey de la alegría,
Como buen carnavalero,
E chupa’o y e canta’o,
Tanto que ahora ya me muero 
Mucha pena siento ahora
Por los hijos que se quedan,
Me pidieron carnavales,
Que después laven pañales 
Porque soy cholo educado,
Que no olvida a sus hijos,
Dictaré  mi testamento,
Para que no hayan lamentos
  
 Yo, el Ño Carnavalón: el rey de la alegría, del buen humor, del regocijo, el gozo y alborozo, del trago y la lujuria, había venido para quedarme a disfrutar de mi sancocha’o, de mi frito, de mi pan con rocoto, mi chichita de jora y mi cañacito. A disfrutar de mis lindos paisajes, de la compañía de mis fieles súbitos carnavaleros y de mis preciosas concubinas venidas de las trece provincias por estas fiestas. 
                    
Pero, como buen “cajacho”, como ustedes, y cumpliendo con la ley del carnaval, ni bien pise mi linda tierra, deber sus lindas mujeres y escuchar las coplas de mi carnaval, me puse a bailar y cantar, a comer y a beber tanto, que después de 3 días de soberbia jarana en esta fiesta del carnaval; después de los bailes y trasnochadas, ahora siento que la pelona, don sata, Lucifer, Belcebú, y Luzbel, me reclaman de urgencia para enseñarles como se disfruta de mi carnal cajamarquino, alejándome de mis coterráneos, amigos, parientes y paisanos. 

Pero, estos desconsiderados, han hecho que antes de llevarme, me sienta tan enfermo  hasta los huesos, que no me queda otra que elevar este testamento. Es así, que con la participación del Colegio de Notarios y sus más dignos representantes carnavaleros, lujuriosos y jaraneros mis queridos cumpitas los doctores, Miguel Ledesma, Marco Vigo, Jaime Cacho y demás encorbataòs, quiero dejar mi legado y mi herencia a mis hijos, los presentes y los que están por venir; a mis parientes, chocheras compañeros de juergas, amantes, y entenaòs que conseguí en esta bella comarca; y de esta manera descansar en los calientes perolitos de mi querido distrito de Baños del inca, el más bello balneario de toditito el Perú, donde la gente también disfruta de sus carnavales y chupa su cañazo, su chicha y su guarapo como no hay otro lugar. 



(Fragmento del Testamento del Ño Carnavalón. Cajamarca. Febrero 2007)


Cuando comienza el carnaval, victorioso y feliz ingresa a la ciudad el Ño Carnavalón

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